REDUCCIÓN DE DAÑOS

Reducción del daño del tabaco y derecho a la salud

La reducción de daños es una gama de políticas, normativas y acciones pragmáticas que reducen los riesgos para la salud, proporcionando formas más seguras de productos o sustancias o fomentando comportamientos menos riesgosos. La reducción de daños no se centra exclusivamente en la erradicación de productos o comportamientos.

La reducción del daño del tabaco mediante el uso de productos de nicotina más seguros ofrece nuevas opciones a millones de personas en todo el mundo que desean dejar de fumar pero que no han podido hacerlo con las opciones disponibles anteriormente.

Existe evidencia internacional sustancial e independiente de que los productos de nicotina más seguros que están disponibles en la actualidad —incluidos los dispositivos de vapeo de nicotina (cigarrillos electrónicos), los productos de tabaco calentado y el snus oral estilo sueco— son demostrable y significativamente más seguros que fumar tabaco.

Hasta ahora, las respuestas oficiales para abordar la muerte y la enfermedad causadas por el tabaquismo han estado lideradas por el control del tabaco. Si bien ha logrado mucho, no ha erradicado el consumo de tabaco. Millones de personas en todo el mundo no pueden o no quieren dejar la nicotina y siguen fumando tabaco para consumirla.

En los países de ingresos más altos, los niveles de tabaquismo siguen siendo más altos entre las comunidades marginadas. En muchos países de ingresos bajos y medianos, los niveles de tabaquismo se han estancado y el aumento de la población parece estar destinado a aumentar el número de personas que fuman.

No se debe negar a millones de personas el acceso a productos que pueden ayudarles a evitar una mala calidad de vida, enfermedades y muerte prematura. Impedir el acceso a estos productos niega a las personas el derecho a la salud consagrado en muchos convenios internacionales de salud.

Donde los productos de nicotina más seguros son accesibles y están bien regulados, la evidencia es clara. Las personas dejan el tabaco combustible en grandes cantidades y se cambian a estos productos, tomando la decisión de mejorar su propia salud, casi sin costo para los gobiernos y los contribuyentes.

Sin embargo, las prohibiciones de productos de nicotina más seguros están aumentando, incluso en aquellos países donde se prevé que el número de personas que fuman aumentará debido al crecimiento de la población. Las políticas y regulaciones gubernamentales están siendo influenciadas indebidamente por la ciencia defectuosa y el cabildeo contra la reducción de daños, lo que genera una cobertura mediática sensacionalista. La información defectuosa de salud pública en muchos países confunde y engaña a las personas que desean dejar de fumar.

Problemas similares acompañaron la introducción de muchas estrategias anteriores de reducción del daño sexual o de drogas cuando aún eran nuevas. Con el consumo de tabaco, el número de personas directamente afectadas es enorme. ¿Se materializará el potencial transformador de la reducción del daño del tabaco para la salud pública o se desperdiciará esta oportunidad de salvar millones de vidas, ya que una guerra de décadas contra el tabaco se convierte en una guerra total contra la nicotina?

Referencia: Global State of Tobacco Harm Reduction. (2020). “Tobacco Harm Reduction and the Right to Health”.

Londres: Knowledge•Action•Change.

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